En 1779 Ciriaco Negrete adquiere 7 leguas a la redonda en este lugar que pertenecía a los pagos de Magdalena, levantó las primeras y rústicas viviendas bautizando esta gran estancia con el nombre de “El Carmen”. Sus campos son bañados por el río Salado y el arroyo El Siasgo.
Cuando David Hannah, la adquiere en 1836, se encontró con un campo lleno de abrojos y paja brava. Extendió sus cercos espinosos y de foso, levantó corrales y galpones para las majadas, logrando así una cabaña de merinos Rambouillet que se hizo famosa al presentarse en la primer exposición rural que se hizo en Buenos Aires en 1859 en el antiguo palacio de Rosas y donde conquistó todos los premios lanares Rambouillet.
Allí se instalaron los primeros bretes y bañaderos australianos y se plantaron los primeros eucaliptos. La estancia fue cobrando esplendor y en 1863 se construyó el casco que aún sigue en pie: un edificio central, cuerpo monolítico de 2 plantas (mirador y terrazas/azoteas en planta alta) y patio central rodeado de numerosas habitaciones. El acceso principal se hace por galería frontal con importante columnata.
En 1870 ya con nuevo dueño, David Shenan, se organizaron las primeras “cacerías de zorro” y fue quien introdujo la práctica de polo en Argentina. Allí mismo, el 30 de agosto de 1875, se jugó el primer partido oficial de nuestro país.
El Rey Jorge V de Inglaterra visitó la estancia en 1881 y entre otras actividades, plantó un ciprés lambertiana gauca que actualmente se conserva.
En 1905 se rematan los campos, el Sr. Eduardo Healy adquiere el casco de 4.210 ha., quien lo conserva por varias décadas hasta su fallecimiento y posterior remate judicial. Nuestro distrito cuenta con un gran número de estancias tan antiguas e importantes como Negrete, como por ejemplo Los Sajones, La Constancia, La Mamaia, La Diana, El Retiro, entre otras que conforman un valioso testimonio de nuestra historia rural.