En el mes de octubre de 1967 se formalizó la compra del “Prado Español” en 3 millones de pesos por cuenta de la Municipalidad de General Paz, ese predio, junto con el campo cedido por el ex Atlético General Paz en las calles Luis Giles y España (hoy conocido como Sector 2), fueron destinados a cumplir una vieja aspiración del Intendente Ferrante: la construcción del Centro de Educación Física y Deportes Municipal, que en un cálculo total insumiría unos 43.700.000 de pesos. Ese mismo año, tanto autoridades municipales como miembros de la cooperadora dieron comienzo a “una obra de amplios alcances que será un aporte valedero para la felicidad de todos y un engrandecimiento social y deportivo de nuestro distrito”, así se leía en el Diario La Palabra de enero de 1968.
En una extensión de 45.000 metros cuadrados se proyectó el Centro. En primer lugar se comenzaron las obras de excavación para la futura pileta, e inmediatamente después, la construcción de los vestuarios y las distintas canchas, los cercos verdes, cercos circundantes y cancha de pelota cerrada, esta última inconclusa en su proyecto original.
Para levantar el tinglado del gimnasio fue necesario quitar varios árboles y demoler la antigua edificación usada en épocas del “Prado Español”, famoso por sus romerías, bailes y reuniones. Este monumental local de 1.500 metros cubiertos preveía, además, baños y vestuarios, salón de estar, biblioteca, discoteca, buffet y confitería.
Se trabajó en simultáneo en la cancha de futbol y pista de atletismo del sector 2.
En este fragmento del diario La Palabra de enero de 1968 se evidencia lo innovador que fue este proyecto: “concluida la pileta de natación reglamentaria, cuyo valor fue de 1.800.000 pesos, se pagó el 50% al suscribir el contrato con la empresa constructora y el resto unos días después de entregada funcionando la obra. La cooperadora realizó esta operación con fondos que mantenía en depósito en el Banco Crédito Provincial, obtenido de las acciones voluntarias suscriptas por los vecinos de Ranchos. Se adquirió además, un equipo de filtros “A. Diatomeas”, última palabra en la materia, reconocidos y usados en los mejores centros del mundo; dichos filtros solucionan íntegramente la limpieza, purificación y desinfección total del agua física y químicamente, eliminando por tiempo indefinido bacterias, residuos, algas, verdín, insectos, olores, etc.
La obra prosiguió con la construcción de los vestuarios correspondientes para el natatorio, en 4 divisiones: para damas, caballeros, niños y niñas”. Para abastecer el Centro, se proyectó un tanque proveedor de agua de 20.000 litros, de 9 metros de altura sobre un galpón de base.
El 12 de octubre de 1969 se inauguraron formalmente las instalaciones, utilizándose por primera vez el gimnasio para llevar a cabo el tradicional y multitudinario almuerzo, en el marco de los festejos patronales de ese año.