Salud

Hospital Campomar

El edificio actual fue inaugurado el 12 de octubre de 1948, siendo Intendente Municipal el Sr. Isauro Chiramberro , asistiendo el Ministro de Salud Pública de la Provincia, Dr. Bocalandro. Se bendijo la placa recordatoria ubicada en el hall de acceso, por el Reverendo Padre Miguel Bruno en presencia de los donantes, demás autoridades y público general. El personal designado fue: Director, Dr. Casiano Fernández; Sub. Director, Dr. Horacio Echeverría; Obstétrica Magdalena B. de Báncora; Caba enfermera Sra. Lidia N. Alegre; enfermeras Dominga Gómez y Yolanda Roselli; personal de limpieza, Miguel F. Navazio y Vicente Micucci; quintero, Ismael Ávila y ayudante Sixto Rivero. Administradora, Haydée Puig. La primera intervención quirúrgica estuvo a cargo del Dr. Alfonso Peralta en forma gratuita.

En 1962, se le rindió homenaje los médicos que marcaron su paso por la institución, ellos fueron: Luis Gandulla, Luis María Gandulla, Emilio Manuel Orsi, Oscar Augusto Muller y Horacio Echeverría. En un acto allí realizado se descubrieron placas recordatorias ubicadas en distintas dependencias.

Al cumplir 20 de su inauguración, en 1968, algunos semanarios realizaron interesantes publicaciones que daban cuenta de su crecimiento y mejoras:

El Diario La Palabra decía: “… Durante sus 20 años fue modificado su edificio con ampliaciones necesarias, constituyéndose en uno de los nosocomios más importantes de la zona. Su permanente higiene y mejor disposición en la atención son los baluartes más positivos, […] Cuenta este modelo hospitalario de 7 salas con un total de 24 camas. Además tiene una sala de administración, de cirugía, de rayos completa, consultorio externo, enfermería, odontología, maternidad, droguería, cocina, despensa, ropería, lavadero, garaje, galpón, morgue y horno incinerador. La Dirección  estaba a cargo del Dr. Raúl Rey, obstétrica Sra. Encarnación Zapico, Caba enfermera Emma Zapata y 5 enfermeras más, además del personal de cocina, limpieza, quinta y chofer de ambulancia. Para distracción del internado poseen un televisor que les proporciona ratos de esparcimiento”.

En el semanario Aquí Ranchos se leía: “… Hoy contamos con un hospital confortable, con instrumental moderno y donde se resalta la preocupación de limpieza y pulcritud. […] Se cuenta con un banco de sangre que tiene fichado a un equipo dador y de esa forma organizados los caudales de sangre que se requieran en cualquier emergencia. INTA colabora en esta obra con su apoyo humano. Posee una farmacia bien provista, que entrega al paciente medicamentos directamente de laboratorio de acuerdo a una ficha de pobreza. La sala de odontología cuenta con los elementos necesarios para dar satisfacción a las exigencias de cada caso, atendiendo a la población pobre de solemnidad y población escolar […]. Las comidas para los internados, de excelente calidad nutritiva, y especiales para cada caso clínico, son elaboradas con el aporte de verduras cultivadas allí mismo. También la fruta que se consume proviene del mismo lugar. […] La Cooperadora cumple una meritoria función, teniendo en todo momento el apoyo del pueblo en la organización de sus festivales. Debemos señalar que el personal del hospital ha dispuesto para este año el Árbol de Navidad y recibe contribuciones destinadas a los internados para lo cual ha organizado la entrega de bolsitas de polietileno en las cuales manos piadosas pueden enviar sus colaboraciones.”

Diario Clarin de Brandsen destacaba: “Visitamos las salas 4, 3, 2 y 1 donde aproximadamente se hallan 15 personas internadas con sus respectivos tratamientos, observándose por doquier la formidable atención e higiene para con los enfermos. Luego nos trasladamos a la sala de Maternidad, la cual es atendida por la señora Encarnación Zapico, la sala de cirugía está a cargo del Dr. Felipe Aguirre, con la valiosa colaboración de los médicos Raúl Rey,  Cuchi Lagrava y  Felipe Morchio. El consultorio dental es atendido por los doctores Dardo Del Val y Mario Cambas. Cabe señalar que el nuevo médico, Dr. Arkadio Motschakow también atiende a los paciente en ésta”.

En 1987 se hallaba en construcción el pabellón para geriatría unido a la planta general, una amplia cochera para dos ambulancias, sector para grupos electrógenos, taller mecánico para reparación de los vehículos automotores y el sendero de salida para unirse a la Av. Campomar. Este bloque en construcción preveía también, sala de máquinas, calderas, lavaderos, cinco habitaciones con sus respectivos vestuarios y baños individuales y para impedidos. Un amplio comedor, sala de estar con una escalera que conduciría a la proyectada y futura planta alta. Entre esta obra y la ya existente lo separa un solar bordeado de veredas de mosaicos a sol natural para disfrutar de los jardines del centro como expansión de recreo. Su techo de tejas, es similar al de los otros pabellones adyacentes, a fin de mantener de alguna manera, su característico estilo.

En la actualidad, muchas reformas y ampliación fueron concretadas, brindando respuesta a las necesidades edilicias, profesionales y tecnológicas.

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